TALLER DE AVISOS CON NIBALDO VERGARA • Programa Obra Viva (Banco de la República), Valledupar, (Colombia), 2013.

el letrista número uno de las calles de valledupar comparte con sus paisanos los secretos de su oficio.


 
 

En 2012 y 2012 Populardelujo fue invitado a hacer parte de Obra Viva, un programa del Area Cultural del Banco de la República que consistía en llevar a artistas a diferentes lugares de Colombia para "sumar su mirada con la de una comunidad para crear entre ambos un trabajo colectivo".

Populardelujo planteó una actividad en donde identificaríamos a un pintor de avisos local y diseñaríamos con él un taller gratuito para la comunidad. Aplicamos este formato en Buenaventura en 2012  y lo repetimos en Valledupar en 2013 .

Para el caso de Valledupar, el pintor elegido fue Nibaldo Vergara, quien firma sus obras con el seudónimo de 'Niveo'.  

"Vallenato que no conozca a Niveo no es vallenato" y "No hay un barrio en Valledupar en donde no haya una obra mía" fueron algunas de las frases con las que Nibaldo se presentó. Y para que no hubiera lugar al dudas nos trepó en su moto y  nos llevó por todos y cada uno de los barrios de Valledupar mientras nos iba señalando los trabajos hechos por él. 

A diferencia de otras ciudades de Colombia, en la capital del departamento del Cesar los avisos y murales hechos a mano siguen siendo muy populares. Y efectivamente Niveo es uno de los responsables de que esta escena goce allí de tan buena salud: escuelas, hoteles, ferreterías, estaderos, salas de belleza... todo tipo de establecimientos públicos se han beneficiado de su talento. 

Algo muy poderoso del trabajo de Niveo es su habilidad para no solo anunciar productos y servicios sino crear, mediante trucos gráficos, verdadero entusiasmo por ellos. Niveo tiene una gran habilidad para alegrar el murito más modesto, hacer algo interesante de la letra más convencional, e inyectarle vitalidad al mensaje más cotidiano.

Al revisar el trabajo de Niveo es claro que se trata de un pintor muy versátil que no se amilana si hay que pintar un paisaje del río Guatapurí o reproducir detalladamente el empaque de un aceite para motos. Pero si hay algo especialmente potente en su trabajo son las letras: sus composiciones tipográficas están llenas de cambios de jerarquía que las hacen muy entretenidas y sus caracteres son tan robustos y bien construídos que a menudo sirven de contenedores para que dentro de ellos sucedan todo tipo de cosas interesantes.

De hecho algo muy poderoso del trabajo de Niveo es su habilidad para no solo anunciar productos y servicios sino crear, mediante trucos gráficos, verdadero entusiasmo por ellos. Niveo tiene una gran habilidad para alegrar el murito más modesto, hacer algo interesante de la letra más convencional, e inyectarle vitalidad al mensaje más cotidiano. A veces puede crear un ambiente con tan solo intervernir un muro, como lo hizo en el estadero Bravini's.

Justamente fue alrededor del trabajo tipográfico que dedicimos hacer el taller que se organizó en la sede local del Banco de la República. Durante toda una tarde Niveo contó anécdotas sobre su oficio, enseñó a los asistentes cómo dibujar correctamente la estructura de las 28 letras del alfabeto y les compartió los trucos para lograr uno de sus efectos más característicos: la ilusión de volumen.
 

Fue un placer haber tenido en el taller a personas de todas las edades y profesiones ya que uno de los objetivos de está actividad fue precisamente sensibilizar a la comunidad sobre la importancia y el valor del oficio del pintor popular.

A pesar de tener una escena de gráfica popular tan vibrante y de haber tenido trabajo a los largo de 28 años, Niveo varias veces ha considerado ponerse a hacer otra cosa. La pintura es un oficio que ama pero es un oficio cada vez peor pagado.

Es una pena porque pintores como Niveo le dan una singularidad única a nuestros paisajes visuales, y canalizan de una manera visual, el imaginario del grandes grupos poblacionales. Perder a personas como Niveo es perder a uno de los grandes responsables de los paisajes gráficos entre los que han crecido miles de vallenatos y su retiro va a modificar para siempre el aspecto de una de las mecas de la cultura popular colombiana.

Nuestra ilusión es que talleres como este ayuden a que los ciudadanos y los propietarios de negocios vean con otros ojos el oficio del pintor y le apuesten al trabajo a mano. No hay computador capaz de emular la gracia de un trabajo como el de Niveo.

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Le agradecemos al Area Cultural del Banco de la República creer en este tipo de iniciativas y muy especialmente a Alfonso Gabriel Arrieta, a Nolvis Ospino y a Rafa Manjarrez, sin cuyo apoyo todo esto hubiera sido imposible. 

Fue un gusto haber tenido también en el taller a la madre de Niveo, doña Carolina Ochoa, quien ha apoyado su talento desde que lo vió de niño copiando las viñetas de las cartillas de lectura con increible precisión; a su esposa, Yolis Mayela Cortés, la primera promotora de su trabajo; y sus hijos Elvia, Juan Pablo y Miguel.
 


Con el auspicio de: